Una fuga de agua es una pérdida de agua no deseada normalmente a través de un agujero, o poro, que se produce en una tubería. Dependiendo del tamaño y la ubicación de ésta, su localización puede ser más o menos costosa.
Tradicionalmente las fugas de agua se han encontrado mediante un análisis visual. Es decir, allí donde se observaba una humedad o gotera se buscaba, rompiendo el piso o la pared hasta encontrar la fuga. Ahora, los detectores de fugas de agua, conocidos también como geófonos, permiten amplificar los sonidos generados por una fuga para que el operario pueda oírlos y ubicar dónde se está produciendo, minimizando así los daños y costos de este servicio.